DEFINICIÓN
Es una enfermedad crónica en la que aumenta la presión con la que el corazón bombea sangre a las arterias, para que circule por todo el cuerpo.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
La mayoría de las personas con presión arterial alta no tienen signos ni síntomas, incluso si las lecturas de presión arterial alcanzan niveles peligrosamente elevados. Algunas personas con presión arterial alta pueden tener:
➤Dolor de cabeza
➤Dificultad para respirar
➤Sangrado nasal
➤Náuseas o Vómitos
Pero estos signos y síntomas no son específicos y, por lo general, no se
presentan hasta que dicho trastorno alcanza una etapa grave o potencialmente
fatal.

La presión arterial alta presenta muchos factores de riesgo, incluidos los siguientes:

➤Raza. La presión arterial alta es particularmente común entre las personas con ascendencia africana, la cual se desarrolla, a menudo, a una edad más temprana que en los blancos. Las complicaciones graves, como el accidente cerebrovascular, el ataque cardíaco y la insuficiencia renal, también son más comunes en personas con ascendencia africana.
➤Antecedentes familiares. La presión arterial alta tiende a ser hereditaria.

➤No hacer actividad física. Las personas inactivas tienden a tener una mayor frecuencia cardíaca. Cuanto más alto sea tu ritmo cardíaco, más esfuerzo debe hacer el corazón con cada contracción y más fuerte es la fuerza que se ejerce sobre las arterias. La falta de actividad física también aumenta el riesgo de sobrepeso.




➤Consumir demasiado alcohol. Con el paso del tiempo, el consumo excesivo de alcohol puede dañar el corazón. Tomar más de un trago al día para las mujeres y más de dos tragos al día para los hombres puede afectar la presión arterial. Si bebes alcohol, hazlo con moderación. Para los adultos saludables, beber con moderación significa una bebida al día para las mujeres y dos bebidas al día para los hombres. Una bebida equivale a 350 ml (12 oz) de cerveza, 147 ml (5 oz) de vino o 44 ml (1,5 oz) de licor con graduación de 80 grados.


COMPLICACIONES
El exceso de presión sobre las paredes de las arterias que provoca la presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos y los órganos. Mientras más alta sea la presión arterial y más tiempo pase sin controlarse, mayor será el daño.
La presión arterial alta no controlada puede ocasionar complicaciones como las siguientes:


➤Aneurisma. El aumento de la presión arterial puede causar el debilitamiento de los vasos sanguíneos y la aparición de protuberancias en ellos, lo que forma el aneurisma. Si se rompe un aneurisma, puede poner en peligro la vida.

➤Insuficiencia cardíaca. Para bombear la sangre contra la presión de los vasos sanguíneos que subió, el corazón debe realizar mayores esfuerzos. Esto hace que las paredes de la cámara cardíaca encargada del bombeo se engrosen (hipertrofia ventricular izquierda). Con el tiempo, el músculo engrosado tiene más dificultades para bombear la cantidad suficiente de sangre para satisfacer las necesidades del cuerpo, lo que puede ocasionar insuficiencia cardíaca.

➤Vasos sanguíneos debilitados y estrechados en los riñones. Esto puede provocar el funcionamiento anormal de estos órganos.

➤Vasos sanguíneos engrosados, estrechados o desgarrados en los ojos. Esto puede ocasionar la pérdida de la vista.
➤Síndrome metabólico. Este síndrome es un grupo de trastornos del metabolismo corporal que incluyen la disminución de la circunferencia de la cintura; triglicéridos altos; colesterol de lipoproteína de alta densidad (HDL), el “colesterol bueno” bajo; presión arterial alta y niveles altos de insulina. Estos trastornos pueden incrementar las posibilidades de que tengas diabetes, enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

➤Demencia. Las arterias estrechadas o bloqueadas pueden limitar el flujo de sangre hacia el cerebro, lo que puede ocasionar un tipo de demencia (demencia vascular). Un accidente cerebrovascular que interrumpe el flujo sanguíneo hacia el cerebro también puede causar demencia vascular.
PREVENCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:
1. Dieta saludable:
mantener una nutrición adecuada;
reducir la ingesta de sal a menos de 5 g al día (menos de una cucharita cafetera);
reducir la ingesta total de grasas saturadas.
2. Evitar el uso excesivo de alcohol (no más de una bebida al día).
3. Actividad física:
realizar actividad física (caminar, trotar, andar en bicicleta, etc) al menos 30 minutos al día, cinco días a la semana).
mantener un peso normal. Si el peso es excesivo, cada pérdida de 5 kg puede reducir la tensión arterial sistólica entre 2 y 10 puntos.
4. Abandonar el consumo de tabaco y la exposición a los productos de tabaco.
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